Historia granadina: Los Reyes Católicos

Si hay una figura que destaca en la historia de Granada es la de los Reyes Católicos; Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, una vida en común marcada por la conquista de Granada. Este acontecimiento no solo supuso el inicio de un cambio de rumbo para esta ciudad, sino que dejó una huella indeleble en la historia de España y de Europa.

La guerra de Granada, que tuvo lugar entre 1482 y 1492, tuvo causas económicas y geopolíticas que impulsaron a los monarcas a emprender la conquista del último bastión musulmán en la península ibérica.

Existen diversos lugares que visitar en Granada en los que los Reyes Católicos son los grandes protagonistas, entre ellos la conocida Plaza Isabel la Católica de Granada, o el Sepulcro de los Reyes Católicos, ubicado en la Capilla Real de Granada.

Panorama económico y político durante la conquista de los Reyes Católicos en Granada

Económicamente, la corona de Castilla enfrentaba problemas financieros, y los Reyes Católicos vieron en la conquista de Granada una oportunidad para obtener beneficios económicos y consolidar su posición en el trono. Los reyes nazaríes se negaban a pagar las parias, lo que contribuyó a la acumulación de deudas en la corona de Castilla.

Desde el punto de vista geopolítico, la expansión del Imperio Turco amenazaba los intereses económicos de la corona de Aragón. Fernando necesitaba controlar el emirato nazarí como base estratégica para sus planes de conquista en el norte de África y el control del Mediterráneo occidental.

Tras diez años de guerra, la población de Granada agotada y con las vías de acceso a la Vega ocupadas, se firmaron las capitulaciones el 25 de noviembre de 1492. Estos acuerdos otorgaron a los granadinos el estatus de mudéjares, reconociendo su libertad personal, estructura social, ordenamiento jurídico y religioso, y otros aspectos culturales islámicos. Sin embargo, la situación social en Granada se degradó entre 1492 y 1499 debido a las tensiones entre musulmanes y cristianos.

Revueltas en Granada en fin de siglo

Las revueltas en el Albaicín y las sierras de Almería en 1499-1500 llevaron a la suspensión de las Capitulaciones por Fernando. En 1502, un decreto obligó a los musulmanes a aceptar el bautismo o abandonar los territorios hispánicos, marcando el inicio de la erradicación del Islam en Granada.

La incorporación de Granada a la Corona de Castilla, tras una larga y costosa guerra, tuvo importantes consecuencias internas y externas. Este acontecimiento significó una ruptura traumática con el pasado para los granadinos y marcó el inicio de una nueva era en la ciudad, con la imposición de valores y estructuras cristianas.

El reinado de los Reyes Católicos en Granada se caracterizó por la reorganización administrativa. Se designaron figuras clave como el conde de Tendilla como Capitán General, Hernando de Talavera como arzobispo, Hernando Zafra en la administración general, y Andrés Calderón como corregidor de la ciudad.

El final del reino nazarí

Durante los años posteriores a la conquista, la población granadina conservó su identidad cultural, pero las tensiones entre musulmanes y cristianos contribuyeron a la degradación social. La incorporación de Granada al Occidente europeo marcó un periodo de complejidades y tensiones, especialmente durante el cambio del Gótico al Renacimiento.

Boabdil, el último emir granadino, desempeñó un papel crucial en estos acontecimientos. Su ascenso al trono estuvo marcado por la guerra civil y la intervención directa de los Reyes Católicos en la división interna de Granada. Los pactos firmados con Boabdil otorgaron ciertas concesiones, pero su posición se debilitó ante la falta de apoyo interno.

La capitulación de Granada en 1492 y la posterior rendición de la ciudad en 1492 marcaron el fin del reino nazarí. Aunque las capitulaciones fueron generosas en términos, muchos granadinos emigraron, y la vida musulmana en Granada experimentó un cambio significativo bajo el dominio cristiano.

Conclusión

La conquista de Granada por los Reyes Católicos fue un acontecimiento crucial que influyó profundamente en la historia de España y Europa. Marcó el fin de la presencia musulmana en la península ibérica y llevó a la reconfiguración de Granada bajo el dominio cristiano, dejando una huella duradera en la cultura y la sociedad de la región.